Los cidianos cedieron una ventaja de tres tantos en los últimos minutos de un encuentro clásico de pretemporada, con muchas alternancias y pruebas por parte de ambos equipos
UBU San Pablo Burgos
32
Mijuskovic (2), Ceballos (2), Dalmau (2), Andrés Alonso (1), Ignacio Suárez (2), Dashko (7), Gallardo (1), -siete inicial- Ibrahim, Pinillos (5), Julián, Ernesto (4) -siete inicial- Pablo Gómez, Espinosa (2), Roberto (1), Marcos González, Vera (1), Tamayo (2).
Balonmano Zamora
32
Mendieta (); Marco (2), Guille (2), Jortos (2), Fernando, Aravena (3) y Cubillas (6) -siete inicial- Gallego (1), Diego Pérez (1), Ramos, Miguel García (1), Maide (2), Jaime González (6), Jortos, Illesca (3), Bono (3)
PARCIALES: 3-3 / 6-5 / 9-6 / 11-10 / 15-12 / 18-16 / descanso / 20-20 / 21-24 / 25-27 / 28-28 / 29-29 / 32-32 /
ÁRBITROS: Jhonatan Lázaro y Raúl Juan. Excluyeron a Andrés Alonso (min. 26), Ignacio Suárez (min. 31), Roberto Pérez (min. 43), Julián Rasero (min. 50), Diego Vera (min. 57) e Ibrahim (min. 58:30), por parte del UBU San Pablo, y a Marcos Torres (min. 6:30), Jortos (min. 11:30), del Balonmano Zamora.
El UBU San Pablo Burgos y el Balonmano Zamora parecen abonados al empate. El segundo test de pretemporada de este curso se saldó con un 32-32, al igual que pasó la temporada pasada en ambos amistosos disputados en verano entre ambos conjuntos. El duelo estuvo marcado por las muchas pruebas en ambos banquillos, las idas y venidas en el marcador y los fallos no forzados propios de un choque en el que lo menos importante es el resultado.
El conjunto cidiano saltó a la cancha un siete inicial totalmente distinto al del partido contra Aranda en el que el ruso Ruslan Dashko fue la principal baza ofensiva (acabó con 7 tantos), tal y como se vio en el arranque con cuatro goles consecutivos.
Tras un primer inicio en tromba de los cidianos, los viriatos pausaron el encuentro y se pusieron por delante (min. 6. 4-5) gracias a una defensa más sólida que limitó la ofensiva de los de Nacho González. Fruto de esta dureza llegó la exclusión de Marco Torres en el 6:30 de juego. Una inferioridad para los pistacho que se prolongó minutos después con la sanción a Jortos. El parcial de 5-1 favorable a los de casa obligó a Iván López a solicitar tiempo muerto en el minuto 14 (9-6).
La arenga no cambió la dinámica del encuentro y los rojinegros empezaron a carburar como un bloque sólido en el que las rotaciones funcionaron como un reloj y la portería defendida por Mile bloqueaba definitivamente el paso. Un momento dulce para los burgaleses que les hizo situarse con un 11-8 en el marcador. La racha cambió de bando, entonces, y los zamoranos endosaron un parcial de 0-4 a los de casa para dar la vuelta al marcador y reabrir el encuentro. Un arreón fugaz ya que los locales volvieron a rearmarse para distanciarse de nuevo en el luminoso cuatro tantos arriba. (min. 25. 17-13). Tras unos momentos de correcalles y desorden en el parquet, con 18-16 se llegó al descanso.
Saltó con más rabia el cuadro viriato a la cancha después del paso por vestuario. La veteranía de hombres como Jortos se hacía sentir en las filas visitantes para dar la vuelta al marcador y situar un 18-20 en los primeros instantes. La respuesta burgalesa llegó, precisamente, de mano de los hombres más experimentados como Roberto Pérez o Sebas Ceballos que aguantaron momentáneamente las embestidas rivales, aunque el ritmo creciente del Balonmano Zamora llevó a Nacho González a parar el partido cuando el tanteo señalaba un 21-24 (min. 39).
No lograba el equipo rojinegro romper las filas zamoranas, muy bien armadas y atentas a los robos de balón. Sufrían los cidianos que no encontraban la tecla para reiniciar la partida, pero con los hombres de salida en pista el juego volvió a la dinámica inicial y los rojinegros lograron dar la vuelta al marcador (min. 50. 28-27). Los instantes finales se llenaron de emoción a pesar de tratarse de un amistoso de pretemporada. Los 150 espectadores del Talamillo mostraban hambre de balonmano y animaban a los suyos justo en el momento decisivo de la contienda. Con tres goles arriba y a falta de 3 minutos, Zamora paró el partido. La exclusión de Diego Vera llevó al cuadro burgalés a jugar sin portero. Ibrahim salió mal a un cambio y esto supuso una segunda exclusión que dejaba a los cidianos con dos hombres menos para concluir la fiesta. Zamora cerró las líneas de pase con una defensa presionante a toda cancha que les permitió recuperar un balón para marcar in extremis el empate a 32.
DECLARACIONES NACHO GONZÁLEZ
El técnico cidiano, Nacho González, resumía el encuentro como «un partido típico de pretemporada» en el que se pudieron «probar muchas cosas». En este encuentro, el banquillo burgalés quería «ver cómo respondían los jugadores en distintas situaciones» para ver su estado y «poder sacar conclusiones». Según el preparador, «a día de hoy, el mayor problema son las pérdidas», algo que se vio en un partido «con muchos altibajos» y que se convirtió en «una montaña rusa». Si bien, González quiso destacar un momento en la segunda parte, en el que «estando abajo, el equipo fue capaz de defender», aunque finalmente «con dos exclusiones, el partido ha sido empate».