El conjunto cidiano afronta el último encuentro de la primera fase con la necesidad de sumar para asegurarse el pase al grupo que luchará por el ascenso
El UBU San Pablo Burgos visita este sábado a las 19:00 horas al Club Cisne Balonmano en un duelo en el que el conjunto castellano tiene la imperiosa necesidad de puntuar para evitar posibles sustos de última hora, dada la igualdad que reina en el grupo.
La jornada del sábado se presenta con cuatro equipos del Grupo A optando a tres plazas. Desde el tercer puesto de la tabla, ocupado por el UBU San Pablo con 20 puntos, hasta el sexto, en el que se sitúa Alcobendas con 18, hay solo dos puntos de diferencia y la actual situación podría dar un vuelco en función de los resultados que se den esta jornada. Un triple empate a 20 puntos sería fatal para el bloque cidiano que caería a la parte baja de la tabla y se vería avocado a luchar por eludir el descenso. Una situación que se puede evitar puntuando en la pista del líder, empresa siempre complicada, pero también una gran ventaja sobre el resto: la de depender de uno mismo.
Por ese motivo, en el UBU San Pablo nadie especula sobre el resto de resultados. Solo importa uno: el que se produzca en el Municipal de Pontevedra. Sumar contra Cisne no solo aclararía la situación clasificatoria para los rojinegros sino que añadiría unidades a la cuenta de puntos del bloque burgalés de cara a la siguiente fase. Entre tanta cábala numérica, la plantilla se afana en preparar el choque ante un rival poderoso que en la ida venció por 31-32 en El Plantío. Los gallegos llegan tras haber disputado este miércoles un encuentro aplazado contra Guadalajara en el que el cuadro alcarreño se impuso por 31-29. El sobreesfuerzo de este partido entre semana puede pasar factura a los pontevedreses que acumulan un pequeño bache de resultados, con dos empates y una derrota en los últimos partidos, si bien la solvencia y calidad de la plantilla de Javier Fernández es garantía suficiente para no dar margen a la relajación a sus rivales.
El técnico del UBU San Pablo, Nacho González, describe a su rival como «un equipo muy tradicional» que cuenta «con jugadores jóvenes que quedaron campeones de España la temporada pasada». Según González, se trata de «un club con un modelo de juego muy asentado» con jugadores que llevan «muchísimos años jugando juntos». El vallisoletano destaca que el bloque gallego «comete muy poquitas pérdidas y muy poquitos errores» y también que «juega muy bien los finales igualados». Mientras tanto, se refiere a su propio equipo como «todo lo contrario». «Todavía somos muy inestables: capaces de hacer cosas muy buenas, pero también de tener minutos en los que acumulamos muchas pérdidas y muchos errores», lamenta. «Tenemos que minimizar esos minutos para estar en partido y ser capaces de imponer nuestro modelo de juego», completa.