El conjunto cidiano se mide al Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda en el primer test de pretemporada de los rojinegros de cara a su primera incursión en la División de Honor Plata
El UBU San Pablo Burgos pone color a su pretemporada con un amistoso el próximo sábado 29 a las 20:00 horas en El Plantío contra el Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda, en el que ambos equipos probarán su preparación para afrontar el reto de empezar el curso en una categoría superior: los cidianos, en División de Honor Plata y los ribereños, en Asobal.
El conjunto de Nacho González comenzó los entrenamientos el pasado 10 de agosto y 19 días después quiere saber su estado físico y táctico. Es el primer encuentro de preparación antes de una campaña complicada en una nueva división, con un nuevo formato y con unas circunstancias sociales que han obligado a modificar el esquema de trabajo habitual en estas épocas del año.
Así, el Balonmano Burgos se mide ante un rival de categoría superior para marcar el listón de exigencia que se tendrá que mantener durante todo el periodo previo al inicio de la liga. El equipo rojinegro se presenta con un grupo muy cohesionado, en el que permanecen 10 jugadores de la pasada campaña, y cinco potentes incorporaciones, a falta de la llegada de Marcos Braga, aún en trámites. Destacan los refuerzos de Mile Mijuskovic y Claudio Ramos, ambos procedentes de equipos de Asobal —BM Sínfín, en el caso del montenegrino, y del Atlético Valladolid, el cubano—. Asimismo, la llegada de Dalmau Huix, Samuel Gómez y Joshua Da Silva añaden un punto importante de experiencia en DH Plata a un equipo joven y talentoso que se estrena en la categoría
El técnico del cuadro cidiano, Nacho González, destaca la importancia de este primer amistoso para empezar a percibir sensaciones deportivas después de un periodo inicial de preparación puramente física. «Tras tres semanas de trabajo de mucha carga física y que han servido para acoplar a los nuevos, llegamos a este partido ilusionados con volver a jugar después de tantísimos meses», explica el entrenador. El hecho de jugar contra «un equipo Asobal, como es el Villa de Aranda, que también es un derbi provincial, siempre es bonito», remarca. «Para nosotros quizás es pronto a nivel deportivo, porque nos queda mucho trabajo, pero era el único momento en la temporada para intentar jugar contra Aranda y es muy positivo», apunta el vallisoletano, quien enfatiza que los arandinos «van a venir en un momento de forma más alto que nosotros, ya que empiezan la liga el próximo miércoles, por lo que estamos en momentos muy diferentes de la pretemporada».
En lo que se refiere a los entrenamientos de las últimas semanas, el preparador rojinegro se muestra satisfecho con el esfuerzo de la plantilla: «El grupo está trabajando muy bien. Estoy muy contento con ellos, cómo están intentando asimilar los pequeños conceptos que estamos introduciendo. A partir de la semana que viene, con el carrusel de partidos amistosos que vamos a tener, iremos introduciendo más aspectos del juego».
Por su parte, el Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda ha vivido una pretemporada aún más atípica que otros equipos profesionales. El confinamiento de la capital ribereña ha limitado la capacidad de entrenamiento de los hombres de Alberto Suárez y la mayoría de sus encuentros de preparación se han visto suspendidos, por lo que el bloque arandino solo dispondrá de dos test de pretemporada (incluido el de este sábado) antes del inicio de la liga el próximo miércoles, día 2 de septiembre ante Puente Genil. Por este motivo, el choque ante los rojinegros se antoja de vital importancia.
En su regreso a la máxima categoría del balonmano nacional, el conjunto amarillo se ha reforzado con cinco incorporaciones, con las que el cuadro de Suárez buscará blindar su estancia en la Liga Asobal: el extremo derecho serbio Pavle Banduka, el lateral izquierdo (también serbio) Zelko Sukic, el central portugués Gonçalo Cunha y el primera línea argentino Julián Souto Cueto.
Normas de acceso
Dada la situación sanitaria en la que se encuentra el país, el aforo se limita a 500 personas por estricto orden de llegada. Será obligatorio el uso de mascarilla y se recogerán los datos de todos los asistentes (Nombre, DNI y número de teléfono). En la grada, los aficionados deberán sentarse separados y en disposición de tresbolillo. En todo momento habrá personal del club que indicará la circulación interna, así como el resto de normas de seguridad. El precio de la entrada será de 2 euros.