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El UBU San Pablo sucumbe ante un Torrelavega campeón

22 mayo 2021 |

El cuadro cidiano realizó un gran partido, pero no pudo superar la dura defensa cántabra, en un encuentro marcado por la disparidad del criterio arbitral

UBU San Pablo Burgos

30

Mile (), Cantore (1), Pinillos (5), Espinosa (4), Juli (1), Dalmau (3), Juan Tamayo (3), -siete inicial- Claudio Ramos (), Ernesto (1), Joshua (), Marcos Braga (1), Raúl Blanco (), Samuel (4), Javi Rodríguez (3), Torres (2), Marcos García (2)

Bathco BM Torrelavega

32

Murillo Araújo, Marco Krimer; Marc Ábalos (2), Alonso Moreno (4), Sergio Crespo (), Jorge Prieto (3), Genio González (), Jaime Gallego (5), José Leiras (1), Borja Lombilla (3), Isi Martínez (5), Dani Serrano (), José Carlos Hernández (5), Dani Hernández (2), David García (1) y Nico Colunga (1).

PARCIALES: 3-2 / 4-6 / 6-7 / 8-10 / 12-12 / 14-16 / descanso / 17-18 / 19-19 / 23-24 / 26-28 / 27-31 / 30-32 /

ÁRBITROS: José Antonio Huertas Herrador y Antonio Javier García del Salto. Excluyeron a Julián Rasero (min. 15:13), Ernesto López (min. 23:43) y Marcos Braga (min. 45:57), por parte del UBU San Pablo Burgos, y a Prieto (min. 8:25), D. Hernández (min. 10:17), Lombilla (min. 19:00), Gallego (min. 22:55), Moreno (min. 42:19) y García (min. 48:22), del Batcho Torrelavega. Además, mostraron roja a Julián Rasero en el minuto 47:18).

El UBU San Pablo Burgos cedió en casa ante un Torrelavega que no quería postergar su título de campeón de la División de Honor Plata (30-32) en un choque duro e intenso marcado por las múltiples exclusiones. A pesar del resultado, los cidianos brindaron un gran partido a una afición entregada y que pudo despedir con cariño a los jugadores rojinegros tras un año sin apenas poder acceder a El Plantío.

El cuadro burgalés saltó al campo como un ciclón con ganas de brindar un buen espectáculo a su hinchada en un día en el que, además, se congregaban en El Plantío todos los equipos de cantera para cerrar el año con una fiesta rojinegra. Con un parcial de 3-0 en el arranque, el técnico cántabro no dudó en pedir tiempo muerto para romper la dinámica de los locales. Dicho y hecho. Los jugadores del bloque naranja endosaron un 0-5 que dio la vuelta al marcador en el 7 de juego (3-5) para que, en esta ocasión, Nacho González fuera el que detuviese el partido a fin de recomponer a sus hombres.

Casi dos minutos tardaron los burgaleses en volver a traspasar de nuevo la portería defendida por Araujo y en el minuto 11 el tanteo volvía a equilibrarse (6-6), gracias, en parte, a las dos exclusiones consecutivas en las filas visitantes. El encuentro se desarrollaba a arreones, que tenían mucho que ver con el número de efectivos en cada lado. Con los dos minutos mostrados a Juli en el 15, Burgos volvía a sufrir. La intensidad en ambas áreas demostraba que en esta liga no hay partidos intrascendentes. Ambos bloques buscaban dar una alegría a los suyos, en el caso de Torrelavega a los 50 aficionados desplazados a la capital burgalesa. Con las espadas en alto, los castellanos ajustaban la defensa y el cambio en la portería, con la entrada de Ibrahim, benefició los intereses de los cidianos, que volvieron a acercarse en el marcador (min. 26. 12-13). La dureza de la zaga cántabra seguía haciéndose notar, de modo que los foráneos se cargaron de exclusiones en el primer acto -cuatro, por dos locales-. Con 14-16 se llegó al descanso.

La reentrada fue de altas revoluciones. Ambos bloques querían correr y en el intercambio de golpes no siempre predominaba la precisión en los lanzamientos. El ritmo se ajustó y la puntería también, las defensas se solidificaron y el espectáculo sobre el parquet era de primer nivel. La igualdad era la nota predominante y el tanteo no concedía más de un tanto de ventaja a Torrelavega. El número de exclusiones había bajado con respecto a la primera mitad, hasta que, en el 47 un choque de Juli con un jugador cántabro resultó en roja para el jugador cidiano.

El choque volvió a endurecerse y los árbitros volvieron a cobrar protagonismo ante las protestas de los cerca de 500 aficionados congregados en El Plantío. La exclusión inmediata de Lombilla en el área contraria equilibró el número de jugadores en pista, pero, tras un momento de desajuste en ambos bloques, el conjunto naranja pegó el último arreón para confirmar su título de campeón de la División de Honor Plata. Con este resultado, el equipo naranja celebra su campeonato y los rojinegros cierran la temporada ante su afición, a falta de terminar el curso el sábado que viene en Alcobendas.

DECLARACIONES NACHO GONZÁLEZ

El técnico cidiano, Nacho González, reconocía que había sido «un partido muy duro, de muchísima tensión y de mucho ritmo». Especialmente, «de defensas muy duras». En este marco, el preparador se mostró «muy orgulloso del equipo», por haber «dado la cara» y haber «competido ante un muy buen equipo». «Hemos empezado muy bien el partido», relataba. «Les ha costado atacarnos la defensa 5-1», pero «con las pérdidas de balón, con los golpes francos que no pitaba el arbitraje y con los goles de contraataque se han metido en el partido», explicaba González. «A nosotros nos costaba mucho en ataque estático meter los goles, su defensa ha sido muy dura y el arbitraje no ha aplicado la progresividad que consideramos debería haber aplicado», añadía. Por otro lado, el vallisoletano quiso hacer mención a la cantera cidiana, presente este domingo en el pabellón. «Muy contento de ver a todos los chavales y de ver cómo el club va creciendo y que cada vez tenemos más niños jugando a balonmano», su, así como «del esfuerzo que está haciendo el club» para que la cantera vaya «de la mano del crecimiento del primer equipo». «Es la estampa más bonita», remarcaba.