El cuadro cidiano superó un inicio irregular para acabar ganando claramente a su rival, lo que le permite sumar dos puntos que le mantienen en el quinto puesto de la tabla

No fue el partido más lucido ni con el balonmano más vistoso, pero sirvió para que el UBU San Pablo Burgos volviera a mostrarse como un equipo alegre, que se divierte sobre la cancha y que saca partido de su juventud y talento para cerrar una victoria holgada. Así, el cuadro burgalés venció al Cajasur Córdoba BM por 34-26 en un duelo en lo que lo único que estaba en juego era la quinta plaza de la clasificación, que seguirá estando ocupada una semana más por el bloque burgalés.

El choque comenzó con un UBU San Pablo errático en ataque y con un exceso de revoluciones que le llevaban a perder balones por precipitación. No obstante, estos primeros minutos de desajuste no penalizaron en exceso el marcador y, aunque los cordobeses llevaban la iniciativa, la igualdad era la nota predominante.

El técnico rojinegro, Nacho González, quiso dar oportunidad en los primeros minutos a hombres menos habituales como Marcos Braga, quien hizo gala de su explosividad para complicar la labor de los centrales foráneos. Tanto, que en el minuto 11, Abad fue castigado con 2 minutos por su exceso de contundencia defensiva sobre el brasileño.

Al encuentro le costó adquirir ritmo. Los andaluces llegaban con numerosas bajas y en el bloque local era notable la ausencia de Joshua da Silva, si bien esta circunstancia permitió volver a ver a jugadores como Javier Espinosa incorporándose al ataque. El equilibrio seguía en el marcador, pero a medida que avanzaban los minutos las defensas se solidificaban y los nervios se templaban para dibujar un encuentro más estable. En el 27, un tanto de Pinillos ponía por primera vez a los cidianos por encima en el tante (14-13). La defensa 5-1 daba sus frutos para alejar la ofensiva cajista mientras que en ataque Samu Gómez convertía todo lo que le llegaba a las manos. El descanso frenó la dinámica creciente de los burgaleses, que se fueron a los vestuarios con un 15-13.

En reinicio sirvió para dar minutos al jugador del filial Marcos García y para dar salida a Ibrahim, tras la buena actuación de Mile en la primera mitad. El desorden volvió a marcar los primeros instantes del segundo acto, pero en medio del caos fue el conjunto castellano el que fue capaz de sacar rédito, de modo que, incluso con la inferioridad numérica por la exclusión de Marcos Braga, los cidianos se descolgaron con un parcial de 3-0 que situó el marcador en un 20-15 en el 37 de juego. Ante la escalada rojinegra, la desesperación empezaba a hacer mella en el bloque cordobés, que se encomendaba a Moyano para traspasar el entramado local.

Las cosas se complicaban más para los visitantes cuando, tras una exclusión a Claudio Ramos en el min 46, el penalti posterior lanzado por Esteban López impactó directamente en el rostro de Ibrahim, lo que se tradujo en tarjeta roja para el jugador cordobés. Aun así, los andaluces aprovecharon la nueva superioridad para recortar distancias (min. 49. 25-21), aunque un espejismo. Con siete hombres de nuevo sobre el parquet de El Plantío, los de Nacho González rompieron definitivamente el partido. Los cidianos se gustaban en el 40x20 y hasta Ibrahim se sumaba a la fiesta anotadora con dos tantos desde sus dominios.

Con el duelo inclinado claramente hacia la escuadra local, la frustración jugó una mala pasada a los cordobeses. Moyano perdió los nervios en una acción de ataque en la que se encaró con Claudio Ramos y esto supuso la tarjeta roja para el jugador andaluz. Una situación que terminó por desencajar a los foráneos que acabaron por diluirse en los últimos minutos ante un UBU San Pablo engrandecido.

DECLARACIONES NACHO GONZÁLEZ

El entrenador local, Nacho González, se mostraba al finalizar «contento con el partido». «Son dos puntos que para nosotros son importantes aquí en casa», explicaba, ya que, según el preparador cidiano, «la gente tiene que venir a disfrutar» a El Plantío. En el análisis del encuentro, el vallisoletano recordaba que «en los primeros minutos, tanto uno como otro equipo», fueron «más lentos» y se cometieron «más errores». «No conseguíamos despegar», apuntaba. «Quizás hacíamos alguna buena defensa, pero no terminábamos de coger ritmo», lamentaba. «Pero luego con el cambio defensivo al 5-1 les hemos causado más problemas y hemos conseguido meter goles en primera oleada», destacaba. En definitiva, «contento con el partido y a seguir trabajando hasta el final de la temporada».