El conjunto burgalés logró una victoria sin paliativos ante el Sant Martí Adrianenc y clasifica virtualmente a los cidianos para el grupo que luchará por el ascenso
UBU San Pablo Burgos
41
Mile, Cantore (3), Pinillos (10), Juli, Claudio Ramos (1), Dalmau (3), Juan Tamayo (5), -siete inicial- Ibrahim, Marcos Braga, Espinosa, Raúl (3), Samuel (6), Marcos García, Ernesto (3), Javi Rodríguez (5), Torres, Joshua (2).
Sant Martí Adrianenc
32
Cisneros (1), Gutiérrez (2), Pujol (3), Esparza, Galán (2), Romero, Calle (9), -siete inicial- Hernández, Laliga (3), Alferez (1), Camats (), González, Peiro (2), Calvo (2), Villoria, Rostagno, Domingo (4), Brahim (3), Martín, Sancho ().
PARCIALES: 3-5 / 8-8 / 13-12 / 17-12 / 20-14 / 24-17 / descanso / 27-19 / 30-22 / 32-25 / 37-27 / 40-29 / 41-32 /
ÁRBITROS: Lucas Crespo Gómez y Pedro Eiras Abalde. Excluyeron a Espinosa (min. 18) y Juli (min. 45), por parte del UBU San Pablo, y a Brahim (min. 22), Laliga (min. 24), Villoria (min. 45) y Calle (min. 54).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 13 del Grupo A de División de Honor Plata disputado en El Plantío a puerta cerrada.
Amplio triunfo este domingo del UBU San Pablo Burgos (41-32) que regresa a la competición con la misma intensidad y solvencia con la que concluyó 2020. Los dos puntos logrados ante Sant Martí Adrianenc, sitúan a los cidianos segundos en la tabla del Grupo A, con 20 puntos, y les clasifica de forma casi matemática en el grupo que durante la segunda fase luchará por el ascenso a Asobal.
El choque comenzó con el cuadro catalán imponiendo su ritmo. Los de Lorenzo Rueda salieron volcados en un partido cuyo resultado podía suponer un punto de inflexión en sus aspiraciones de engancharse al grupo de cabeza. El bloque visitante golpeó primero y pronto logró una ventaja de dos tantos gracias, en gran medida, al gran acierto de Edu Calle, con 4 dianas en los 10 primeros minutos.
El empuje del cuadro lila se vio minimizado en cuanto la defensa burgalesa cerró filas. La primera ventaja local llegó en el minuto 12, con un tanto de penalti de Pinillos. El dominador del encuentro pasó a ser el bloque local y el cambio en portería, con la entrada de Ibrahim, benefició los intereses del UBU San Pablo que obtuvo rápidamente una ventaja de dos goles, lo que obligó al técnico foráneo a solicitar tiempo muerto (min. 16. 14-12).
La contienda discurría a una velocidad de vértigo y el intercambio de goles rápidos anticipaba un marcador muy elevado (min. 18. 17-12). En un duelo de altas revoluciones, el bloque cidiano se movía como pez en el agua para seguir ampliando su renta, con una defensa muy centrada en la recuperación de balones y goles al contraataque. Con esta dinámica, el conjunto rojinegro tenía el partido donde quería y, sin salirse de la línea, llegó al descanso con un abultado 24-17.
Tras el paso por vestuarios, los visitantes trataron de imponer su ímpetu sobre la pista, pero la escuadra cidiana tenía su armazón bien armado y no había forma de romper el engranaje que, tanto en defensa como en ataque, funcionaba como una maquinaria recién engrasada.
La salida de Marcos Braga, ya recuperado de su lesión de tobillo, aportó frescura al bloque burgalés que mantenía su estatus en el partido, aunque sin bajar la guardia.
Ambos bloques optaron por las rotaciones para soportar un ritmo tan frenético que llevó a los burgaleses a colocarse 10 arriba en el 48 (36-26). La distancia en el marcador no abrumó a los catalanes que seguían luchando por mantener sus opciones, lo que se evidenciaba en un buen repliegue defensivo que les permitió recuperar varios balones en el contraataque cidiano. Pero el guion tuvo pocas variaciones en el segundo acto. El UBU San Pablo cerraba una nueva victoria que le garantiza eludir definitivamente el grupo del descenso y le permite empezar a soñar con nuevas metas.
DECLARACIONES DE NACHO GONZÁLEZ
«Creo que después de los parones es importante hacer un partido completo», subrayaba el técnico cidiano, Nacho González, después del partido. El preparador mostraba su satisfacción por la victoria, aunque mostrando su habitual exigencia por seguir mejorando aspectos del juego: «Por poner un debe, decir que defensivamente ha habido dos situaciones en la que hemos estado muy arriba y nos costaban esas segundas acciones corriendo el pivote por detrás y desde seis metros, pero hemos mantenido el ritmo todo el partido y hemos corrido muy bien». González destaca la evolución de su equipo que, a pesar de ser un recién ascendido suma «ya 20 puntos que, si no es matemáticamente, casi clasifica ya al equipo para el grupo de la parte alta, por lo que el primer objetivo está conseguido». El vallisoletano trabaja ya en las pautas que marcar de cara a los restantes encuentros del campeonato: «ahora estamos intentando meter nuevas situaciones para dar más riqueza al juego ofensivo y al juego de contraataque, no obstante, tiene que seguir siendo clave ser estables y defender bien para imponer nuestro ritmo».