El conjunto cidiano se mide al cuadro madrileño, también recién ascendido, en un choque en el que buscará comenzar a fijar su modelo de juego
El UBU San Pablo vuelve a saltar a la cancha este domingo a las 12:00 horas en El Plantío con un nuevo amistoso de pretemporada en el que se enfrentará a otro recién ascendido a la División de Honor Plata: el Ikasa BM Madrid.
Los de Nacho González van poco a poco cogiendo ritmo de competición y ajustando piezas dentro del equipo de cara a un inicio de campaña que cada vez se ve más cerca, aunque aún queda mucho margen de mejora hasta que el 26 de septiembre se abra el telón de la DH Plata en casa del Teucro.
De momento, tras los encuentros ante el Villa de Aranda (27-31) y el Balonmano Zamora (32-32) llega un nuevo reto, en esta ocasión ante un bloque más conocido para los cidianos, el Ikasa Madrid. El equipo del foro también ascendió en la inconclusa temporada 2019/2020 y afronta esta nueva categoría con la ilusión de eludir el regreso a la Primera Nacional. Los madrileños, solamente han incorporado dos fichajes para esta nueva aventura en una división superior: el extremo derecho procedente de Sant Martí, Adrià Cumplido, y el central llegado del HC Eivissa, Javier Aragón.
El técnico del UBU San Pablo, Nacho González, destaca la importancia de continuar con este calendario de amistosos tan completo y continuado, para dar forma al juego del equipo: «La idea tiene que ser seguir manteniendo el ritmo de la pretemporada y de nuestro modelo de juego y, partir de ahí, cada vez ir cometiendo menos errores». Para González es vital «intentar defensivamente cada vez estar mejor y ser muy estables en el contraataque». «Esas tienen que ser las premisas en esta fase de la pretemporada», subraya. Asimismo, considera de gran interés seguir midiéndose «contra rivales de División de Honor Plata», lo que «siempre está muy bien». En lo que se refiere al contrincante de este domingo, el vallisoletano recuerda que «Ikasa es un rival que es también un ascendido, pero que ya estuvo en Plata». El cuadro madrileño «mantiene el bloque del año pasado, lo que habla muy bien a su favor» y, según González, «es un buen rival para este momento».
El encuentro se disputará con la presencia de público, hasta un aforo máximo de 500 personas, que tendrán que sentarse con dos asientos de distancia entre sí, además de pasar por control de temperatura, dispensador de gel hidralcohólico y dejar sus datos en la entrada, por motivos de seguridad y protocolo anti-covid. El precio de la entrada es de 4 euros.