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Solvente victoria del UBU San Pablo contra el Teucro

23 octubre 2021 |

El cuadro cidiano logra los dos puntos en un encuentro en el que los burgaleses fueron de menos a más y se crecieron en los momentos difíciles

SD Teucro

31

Rau, Dzokic (11), Dávila (3), Pereiro (1), Moreno (), Antón (2), Deco (6), -siete inicial- Kilian, P. Sánchez, Rodríguez (1), Gómez (), Herrera (4), Pérez, Morais (3), Álex Sánchez.

UBU San Pablo Burgos

42

Ibrahim, Ceballos (6), Roberto (), Juli, Dalmau (4), Gallardo (8), Vera (1) -siete inicial- Ignacio (7), Marcos (), Ernesto (3), Espinosa (1), Andrés (2), Dashko (8), Tamayo (2), Mijuskovic.

PARCIALES: 3-1 / 5-5 / 7-9 / 9-12 / 12-16 / 16-19 / descanso / 18-23 / 21-27 / 23-30 / 26-35 / 28-39 / 31-42

ÁRBITROS: Lucas Crespo Gómez y Pedro Eiras Abalde. Exclyeron a Deco (min. 12:37, 35:57 y 43:01), A. Sánchez (min. 28:32), de la SD Teucro, y a Vera (min. 2:25), Alonso (min. 17:13), Juli (min. 20:36 y 43:40) y Mile (51:08), del UBU San Pablo Burgos.

El UBU San Pablo Burgos vuelve a sonreír en liga, merced a una gran victoria lograda en la cancha de la SD Teucro por 31-42. Los burgaleses supieron manejar los ritmos del partido para hacer su juego incluso en los momentos de inferioridad para sumar dos puntos importantísimos que dan confianza de cara al siguiente partido en casa.

Entró frío el cuadro cidiano al Municipal de Pontevedra. Abrió el marcador Ignacio Suárez al transformar un siete metros en el arranque y, tras ese tanto, los rojinegros tuvieron una sequía momentánea de cinco minutos en la que llegaron a fallar cuatro ataques consecutivos. Esto permitió al cuadro local abrir una pequeña brecha (3-1) gracias, también, a su solidez defensiva. No duró mucho la superioridad teucrista ya que la reacción burgalesa no se hizo esperar y permitió igualar la contienda en el 7 de juego (3-3) para reabrir las hostilidades con un tanteo más equilibrado.

El ritmo frenético inicial dio paso a un juego más pausado y estudiado por parte de ambas escuadras. El UBU San Pablo reorganizaba su zaga para lograr recuperaciones que dieran pie a ataques en primera o segunda oleada. Llegada la mitad de la primera parte, con tres tantos casi seguidos de Ruslan Dashko el cuadro cidiano había logrado dar la vuelta al marcador para colocar un 7-10 (min 16) que obligó a Irene Vilaboa a solicitar tiempo muerto. La exclusión de Andrés Alonso en el 17 y la de Julián Rasero en el 20 obligaron al equipo castellano a afanarse para contrarrestar los casi cuatro minutos de inferioridad, de modo que los gallegos no solo no lograron recortar distancias en ese tramo sino que el cuadro rojinegro logró ampliar la renta a cuatro tantos. El conjunto local se veía impotente así que subió la dureza defensiva, lo que le sirvió para acercarse a dos goles, pero también para ver cómo excluían a Álex Sánchez en el minuto 28, lo que permitió a los burgaleses irse al descanso con un 16-19.

La salida del bloque cidiano a a la cancha fue arrolladora. Jaime Gallardo emergió para anotar cuatro goles en los cinco primeros minutos y echar tierra de por medio en un marcador que ahora mostraba una brecha favorable a los cidianos de seis tantos (min. 35. 19-25). La entrenadora gallega no pudo esperar para detener de nuevo el partido, pero los burgaleses se movían como pez en el agua sobre la cancha azul del pabellón teucrista y no estaban dispuestos a ceder terreno. El ánimo estaba caldeado en la pista y en la grada y, en medio del nerviosismo, Deco vio su tercera exclusión y la roja para subir la presión proveniente de la grada, que no se vio aplacada por la exclusión de Juli justo después. Nada parecía detener ya al conjunto burgalés y el bloque azul dependía casi en exclusiva de Dzokic, que acabó con 11 goles. Tan solo el miedo a los “fantasmas de los últimos minutos” podía amenazar la victoria burgalesa. Pero en esta ocasión no hubo apariciones inesperadas y el conjunto cidiano selló una gran victoria previa al derbi contra el Villa de Aranda de la semana que viene.