El conjunto cidiano superó al Barça B en un emocionante duelo en el que los locales impusieron el ritmo del partido y en el que las actuaciones estelares de Dalmau y Mile apagaron al rival
UBU San Pablo Burgos
37
Mile (), Pinillos (8), Juli, Claudio Ramos (), Ernesto (), Dalmau (13), Juan Tamayo (), -siete inicial- Joshua (4), Espinosa (1), Raúl (1), Samuel (5), Javi Rodríguez (2), Álvaro Torres (1), Cantore (2), Marcos García, Ibrahim.
Barça B
32
González, Palomino (5), Roca (7), Zarzuela, Barbeito (2), Fernández (5), Parera (4) -siete inicial- Domenech, Montserrat, Orts, Reguart (1), Rosell, Cenic (6), Cadelo, Soler (1), Pujol (1).
PARCIALES: 3-1 / 6-3 / 8-8 / 11-12 / 12-14 / 15-18 / descanso / 21-20 / 25-24 / 28-27 / 31-38 / 33-29 / 37-32 /
ÁRBITROS: Manuel Mohedano y Vicente Peris. Excluyeron a Joshua (min. 34) y Claudio (min. 41), por parte del UBU San Pablo Burgos, y a David Roca (Min. 6 y 54), Juan Palomino (Min. 12), Reguart (min. 31) y Rosell (min. 50 y 53), del Barça B. Además, expulsaron con tarjeta roja a Claudio Ramos (min. 53).
INCIDENCIAS: Encuentro aplazado correspondiente a la séptima jornada disputado en El Plantío con presencia de 200 espectadores.
Victoria sin paliativos del UBU San Pablo en un partido brillante, de alta intensidad y de muchos quilates, en el que los cidianos lograron frenar con frecuencia los lanzamientos de larga distancia y en el que supieron mantener la calma en los momentos de desventaja para culminar el año con un triunfo colosal.
El UBU San Pablo Burgos tenía muy estudiado a su rival y saltó con la máxima concentración para contrarrestar la potencia ofensiva del Barça B que en manos de Roca o Barbeito buscaban lanzamientos lejanos, aunque la defensa rojinegra o un Mile Mijuskovic muy seguro bajo palos los contrarrestaba con efectividad. Así, el primer parcial de 3-1 favorable a los locales anticipaba una contienda apasionante que, gracias a la presencia de público en las gradas, cobraba la entidad de “final anticipada”.
El marcador desfavorable no ponía nerviosos a los catalanes (min. 10. 6-3) que, conocedores de sus armas, cocinaron una remontada ‘expres’ para igualar el marcador en el 12 de juego (6-6) gracias a un parcial de 0-3.
La contienda entró en una fase de igualdad, con goles de ida y vuelta mantenían el equilibrio de fuerzas en el marcador y una dinámica de partido vibrante digna de un duelo en las alturas. En el intercambio de golpes, el cuadro azulgrana desniveló la balanza para abrir una pequeña brecha de dos tantos a su favor (min. 20, 11-13), lo que motivó el tiempo muerto de Nacho González. No surtió el efecto inmediato que deseaba el técnico cidiano y los culés aumentaron su distancia en un gol, si bien el tempo del choque se ralentizó merced a unas defensas más agresivas en ambos lados de la pista. Mientras, en el ataque burgalés la conexión con Samuel Gómez y el lanzamiento exterior de Dalmau se convirtieron en la principal herramienta de la portería catalana, siempre y cuando no aparecía su portero, Jordi González, muy seguro en la primera mitad. Así, con 15-18 se llegó al descanso.
En el regreso a la pista, tres goles seguidos de Dalmau Huix colocaron el empate en el marcador para levantar a los hinchas cidianos en alto y devolver la máxima emoción al parquet de El Plantío. Dos tantos más del gerundense y la buena actuación de Mile devolvieron la superioridad a los cidianos en el luminoso. La salida en tromba de los burgaleses, que en el minuto 5 ya habían situado el tanteo en 23-20, provocó el tiempo muerto de Roi Sánchez que quiso rearmar a sus hombres antes de que la escalada de los locales fuese insalvable. Y así, con el brazo imponente de Roca, los catalanes acortaron distancias para no dar pie a la relajación. De hecho, nadie se relajaba en el pabellón municipal burgalés. La tensión estaba en cada acción en la pista, en cada decisión arbitral y en el ánimo de la hinchada que espoleaba a los suyos para tratar de ser el jugador número 8. Dos extrañas acciones, con dos pérdidas de balón que rozaron la falta visitante, justo en el momento en el que el UBU San Pablo contaba con uno menos por la exclusión de Claudio, terminó con dos tantos de los barceloneses para poner el 27-27 en el minuto 14 de juego.
Volvieron a aparecer los héroes del partido, Mile y Dalmau, para remover las aguas y devolver la ventaja de tres tantos a los castellanos. El marcador era una goma que se estiraba y se encogía y el partido estaba “de infarto”.
Cuando Burgos apretaba, con un penalti detenido por Ibra y un gol de Javi que puso el 32-28 para los locales, la roja a Claudio ponía en aprietos a los cidianos en el tramo final del encuentro (min. 54). Pero los nervios no solo hacían mella en la escuadra de casa, un mal cambio devolvió el balón a los de Nacho González y la superioridad. Los azulgranas pararon el reloj para sacar tajada de un ataque con cinco jugadores. El tanto rápido de los catalanes fue compensado con uno de Dalmau y la defensa visitante se centró en el jugador rojinegro para intentar contrarrestar su imponente actuación. Pero nada sirvió al conjunto azulgrana. El ciclón rojinegro acabó el partido arrasando todo a su paso para rubricar una victoria memorable.
DECLARACIONES DE NACHO GONZÁLEZ
El técnico cidiano, Nacho González, analizaba el encuentro más allá de la satisfacción de la victoria. «Dos puntos muy importantes y más que los dos puntos en sí, las sensaciones de la segunda parte han sido extraordinarias», remarcaba el preparador. «Hemos hecho una segunda parte muy muy buena, posiblemente la mejor de toda la temporada», apuntaba. Entrando en detalle, González destacaba la efectividad de sus hombres en labores de contención: «Hemos podido defender, hemos llevado nosotros el ritmo del partido, que es muy difícil hacerlo contra el Barça». «Ellos venían aquí con nueve partidos seguidos ganando, imponiendo su ritmo en todos los partidos y nosotros hemos podido imponer el nuestro», subrayaba. Algo que, para el cuadro cidiano, «es muy importante, en referencia a «la estabilidad defensiva». El vallisoletano resaltaba, también, «la portería, ser ordenados, correr, ir ‘para adentro’», algo que los rojinegros lograron incluso «con un arbitraje que dejaba seguir las situaciones». «El broche perfecto para un diciembre extraordinario», completaba.