El equipo burgalés visita a un Villa de Aranda lleno de novedades y en manos del ex cidiano Mariano Ortega, en el que será el primer partido de los ribereños en 2022
El UBU San Pablo Burgos visita este sábado a las 19:00 horas al Tubos Aranda Villa de Aranda en un derbi marcado por la urgencia de ambos conjuntos de sumar y de recuperar sensaciones. En el caso de Burgos, para mantenerse en la zona que da derecho a la lucha por el ascenso y, en el de Aranda, para tomar confianza e impulso tras numerosos cambios en el seno de la plantilla.
Sin tiempo para lamerse las heridas de la derrota frente a Novás, el UBU San Pablo piensa ya en el derbi ante el Villa de Aranda. El conjunto cidiano tendrá que aprovechar el poco tiempo de preparación del que dispondrá antes del sábado para tratar de corregir los errores cometidos en el duelo disputado en O Rosal, principalmente en ataque, y para seguir reforzando la muralla defensiva que cada vez se muestra más sólida.
Delante estará un Villa de Aranda en pleno proceso de regeneración. A finales de diciembre, los ribereños presentaron a un nuevo entrenador, el ex cidiano Mariano Ortega, tercer técnico de la temporada para el cuadro arandino tras Alberto Suárez y Sara López. Pocos días después, el conjunto amarillo anunció las salidas de los jugadores Mikita, Miralles y Stabellini, a la que se sumó más adelante la de Palop. Entretanto, se incorporaron el lateral izquierdo brasileño, Santiago Canepa; el pivote procedente de Águilas, Fran Fortuna, y el extremo izquierdo llegado de Sinfín, Aaron Pardo. Toda una revolución que verá la luz este sábado, puesto que el equipo del Príncipe de Asturias aún no ha debutado en liga en este 2022, ya que se vio obligado a aplazar la jornada 12 contra Cisne y la 13 contra Soria a causa de los positivos por Covid en sus filas.
En la clasificación, los cidianos se mantienen en la tercera plaza con 15 puntos, mientras que los arandinos aparecen novenos con 8, aunque con dos partidos menos.
El técnico cidiano, Nacho González, anticipa que el choque del sábado será «un partido muy importante» y «además un derbi». Para el conjunto burgalés, se trata de «un momento complejo por la poca continuidad que ha tenido el equipo en estas últimas semanas» a lo que se ha sumado «alguna baja». González reconoce que el grupo tiene que «ir poquito a poquito cogiendo ritmo, ya que en estos dos últimos partidos no se ha logrado tener el ritmo esperado». En este sentido, será importante «intentar mantener durante 60 minutos un buen nivel defensivo», tal y como se vio «en la primera parte contra Novás». Delante, estará «un equipo muy diferente» al que el UBU San Pablo se midió en la primera vuelta. «Es una incógnita lo que nos vamos a encontrar», asume el vallisoletano. «Aunque sigue manteniendo el bloque de jugadores que estaban en Asobal, de un nivel muy alto, como Nico o Julen», remarca. Además de todo esto, el preparador subraya que se trata de «un derbi» y que «para los dos equipos es un partido muy bonito». «Esperamos que haya un ambiente genial», manifiesta.