El equipo cordobés desequilibró el marcador desde el inicio del encuentro y obtiene una renta de ocho tantos que tendrá que hacer valer en el choque de vuelta el día 9
Ángel Ximénez Puente Genil
37
Cabello, Spiljak, Cuenca (2), Corning (3), De Hita, Da Silva (3), Djukic (1), Pineda (1), García (9), Tua (7), Pomeranz (2), Mitic, Jiménez (3), Muñoz, Estepa (6), Martín.
UBU San Pablo Burgos
29
Ibrahim, Ceballos (1), Pinillos, Espinosa (1), Roberto, Dalmau (3), Ignacio (8), Andrés (5), Gallardo (3), Ernesto (1), Vera (1), Dashko (6), Tamayo, Mijuskovic.
PARCIALES: 5-1 / 7-2 / 8-4 / 12-5 / 16-8 / 19-12 / descanso / 21-14 / 24-18 / 28-22 / 31-25 / 34-28 / 37-29
ÁRBITROS: Sebastián Fernández Molina y Alberto Murillo Castro. Excluyeron a David Estepa (34:48), del Ángel Ximénez de Puente Genil y a Roberto Pérez (38:20 y 54:27), del UBU San Pablo.
FOTO. Estefanía Hernández
El UBU San Pablo Burgos se vio superado por un Ángel Ximénez que hizo valer sin paliativos su condición de favorito para llevarse una solvente victoria por 37-29 con la que vislumbra el pase de eliminatoria, si bien El Plantío tendrá la última palabra.
El cuadro burgalés llegaba a Puente Genil sin ninguna obligación y con la motivación de estar en una tercera ronda de la Copa del Rey en la primera participación de su historia en el torneo del ‘KO’. La presión estaba del lado cordobés y la ilusión en el bando cidiano, por lo que en el primer asalto de estos dieciseisavos se vería qué factor sería más decisivo para tomar ventaja.
El arranque del encuentro fue un vendaval de los locales que pillaron desprevenido a un UBU San Pablo que pagó cara la falta de concentración inicial. Cada fallo cidiano se saldaba con un gol de Ángel Ximénez, que endosó un parcial de 5-1 para obligar a Nacho González a pedir tiempo muerto en el 4:23. No encontraba su sitio el conjunto burgalés, poco sólido en defensa, y los pontanos seguían aumentando su renta para situarse en un 7-1 en el 6 de juego. Dos goles de Andrés Alonso y Diego Vera animaron el ritmo anotador de los castellanos, que hasta el momento contaban con un solitario tanto de Ignacio Suárez, y les dio alas para tratar de meterse en el partido.
Aún así, el equipo de casa no mostraba piedad y hacía gala de su superioridad para perforar la portería aprovechando cada centímetro de espacio concedido por la defensa cidiana, en especial a través de Xavier Tua y Javier García, imparables en ese tramo del encuentro. Mientras, el guardameta local, Álvaro de Hita, hacía la vida imposible a los burgaleses (14 paradas solo en la primera mitad), quienes solo encontraban soluciones en la conexión con el pivote. Así, la brecha favorable al equipo de Asobal llegó a situarse en ocho tantos para quedarse en un 19-12 al descanso.
En el reinicio, Ruslan Dashko despertó para acercar a los suyos en el marcador, pero una mala pisada obligó al ruso a salir de la pista con dolor en el tobillo, lo que al final se quedó en un susto. Mientras, el conjunto rojinegro se mostraba más sólido sobre el parquet del Alcalde Miguel Salas, de modo que lograba recortar distancias hasta los cinco goles aprovechando la exclusión de David Estepa en el 34. La primera línea cidiana empezó a mover mejor el balón y a dar continuidad a los extremos para abrir el juego y ofrecer un espectáculo digno de una Tercera Ronda de la Copa del Rey. El bloque cordobés apretaba y los castellanos reaccionaban. En el 38, la exclusión a Roberto Pérez ralentizaba el empuje del cuadro castellano que trataba de evitar una fractura insalvable en el marcador. Al minuto 45 de juego se llegaba con un ‘fly’ culminado por Gallardo que ponía el 28-22.
La contienda estaba más disputada que en el primer acto, pero a los burgaleses les costaba mantener el ritmo impuesto por Ángel Ximénez. Los de Nacho González aguantaban con una distancia de 6 goles hasta que en el 54 una nueva sanción a Roberto rompía la resistencia cidiana y agotaba sus defensas para termiar con 37-29 que deja la eliminatoria muy desequilibrada hacia el lado pontano. La vuelta, el día 9 a las 20:15 horas en El Plantío.