El bloque cidiano se vio superado ante un rival que puso más rotación y mayor ímpetu al partido para cerrar un curso en el que los burgaleses acaban séptimos

El UBU San Pablo Burgos no pudo cerrar el año con sonrisa ni apurar últimas opciones de llegar al ‘play-off’ y sucumbió en la cancha del Trops Málaga por 32-28. Cierto es que los otros dos rivales en liza por llegar al puesto de promoción hicieron sus deberes —Alicante venció por 35-25 a Zarautz y jugará por el ascenso, mientras que Puerto Sagunto ganó a Cisne 31-23, pero se quedó sin premio—, pero el cuadro burgalés tenía la obligación de ganar y se quedó lejos de conseguirlo. El deseo del conjunto local de dar una buena despedida a su afición y la falta de minutos para Dashko y Pinillos fueron determinantes para noquear al equipo cidiano.

El choque comenzó con el guion esperado. Los burgaleses trataban de correr e imponer un ritmo alto, mientras que los locales dormían el partido. En ese choque de estilos, al menos al principio, nadie se llevaba el gato al agua y el encuentro se desarrollaba en casi perfecto equilibrio. Una igualdad que se rompía en un arreón de los locales al borde del minuto 10 que llevaba el marcador al 8-5.

El conjunto castellano hacía un cambio en la portería y daba entrada a Ibrahim. El Trops Málaga atesoraba su renta hasta que Castro veía la sanción de dos minutos en el 15, lo que servía a los rojinegros para volver a igualar la contienda y reabrir hostilidades.

El UBU San Pablo no lograba inclinar la balanza a su favor y, a pesar de los apuros, Ruslan y Pinillos seguían en el banco sin disfrutar de minutos. Solo el capitán entraba en la pista para lanzar dos penaltis. El 28 de juego (15-14), Quino Soler pedía tiempo muerto para tratar de sacar rédito de los últimos instantes del primer tiempo y con 16-14 y a falta de 20 segundos, Nacho González hacía lo propio, pero la jugada de los burgaleses terminaba con un robo de balón y un lanzamiento a puerta vacía que colocaba el 17-14 al descanso.

En el reinicio las cosas no mejoraron para los cidianos. El cuadro malagueño aumentaba su renta hasta los cinco goles y los rojinegros no encontraban soluciones en los primeros instantes. El choque se convertía en un correcalles por unos minutos, a causa de la precipitación del bloque burgalés. Los burgaleses llegaron a acercarse a los tres goles y a disponer de bola para recortar a dos goles, pero el ímpetu del conjunto de la Costa del Sol volvía a abrir la renta (22-18) y Nacho González volvía a parar el juego.

La escalada local seguía imparable, más aún con la tercera exclusión de Vera que suponía la descalificación del pivote. La frustración crecía entre los jugadores del UBU San Pablo que se veían impotentes ante un rival cada vez más crecido. En el 51, el técnico cidiano volvía a pedir tiempo muerto. Nada cambiaba la tendencia del partido y, para colmo de males, Gallardo veía una exclusión en el 54. Curiosamente, la inferioridad sacaba el coraje de los cidianos que endosaban un parcial de 0-3 a sus rivales para apurar el marcador a falta de dos minutos (29-28). Pero fue un espejismo, el equipo malagueño cerraba el encuentro como una apisonadora para dar por concluida una temporada en la que el UBU San Pablo concluye en séptima posición con 17 puntos.