El conjunto burgalés se clasifica para la final infantil masculina en un brillante encuentro dominado de principio a fin por los cidianos
Gran victoria del Balonmano Burgos Temiño Pérez por 21-28 en la semifinal del Campeonato de Castilla y León infantil masculino que da acceso a la final al conjunto rojinegro. El infantil A del club cidiano controló en todo momento el partido y dio muestras del gran trabajo que se viene desarrollando todo el año.
La segunda semifinal del Campeonato Infantil partió con un Villa de Aranda que se desmarcaba con un 2-0 de inicio, pero tardó poco el equipo burgalés en dar la vuelta al marcador para colocar un 2-4 que levantaba al público congregado en El Plantío en el minuto 5. Justo en ese momento, se quedaban los cidianos con uno menos, lo que permitía a los ribereños igualar la contienda.
Ambos bloques elevaban la intensidad pero, a menudo, el exceso de ímpetu terminaba en errores de alguno de los dos equipos. El encuentro no tenía dueño en ese tramo. Burgos adelantaba la defensa tratando de alejar el peligro y de buscar robos de balón para salir al contraataque. En esa faceta, Sergio Zamora fue la mejor baza cidiana, de modo que un arreón de los de casa (ayer como visitantes) lograban una brecha en el minuto 16 (6-9) que obligaba al técnico arandino a solicitar tiempo muerto. Los jugadores amarillos pusieron más ganas en ataque, pero se encontraron a menudo con el portero burgalés que bloqueó una posible escalada rival.
La distancia se mantenía en tres tantos y, en los últimos instantes del primer acto, los nervios volvían a aparecer, por lo que el banquillo burgalés paró el juego para buscar una mayor renta antes del descanso (min. 23:53). La charla surtió efecto y con un 10-14 se llegó al minuto 25.
El regreso a pista fue fulgurante para los cidianos que vieron aumentada su ventaja a los cinco tantos gracias, en gran medida a una muy buena defensa. También la exclusión en las filas arandina ayudó al buen inicio de los burgaleses. Pero a medida que avanzaban los minutos, Aranda se reordenaba y comenzaba a acercarse en el marcador.
Cuando el tanteo estaba en 15-17, Temiño Pérez se vio con dos jugadores menos para incrementar los nervios que ya empezaban a atenazar a los rojinegros. El peligro llegó a estar en un gol de distancia, pero con todos los efectivos en la cancha, la calma regresó y los cidianos volvieron a comandar el juego y el marcador. Cuando el tanteo se situaba en 19-23 (min. 16), el técnico arandino solicitaba tiempo muerto, para tratar de dar la vuelta al marcador en los nueve minutos que restaban de partido. Pero el Temiño Pérez estaba lanzado y la desesperación empezaba a presentarse en la escuadra ribereña, que volvía a parar el partido a falta de cinco minutos. Ya nada podía frenar al equipo burgalés, los cidianos estaban lanzados y confiados en su trabajo, para acabar certificando su victoria que le da un histórico paso a la final.