El cuadro cidiano se vio superado de principio a fin por un contrincante que demostró una gran superioridad en todas las facetas del juego y que supo aprovechar los muchos errores de su rival
Barça B
34
González, Pujol, Palomino (1), Roca, Reguart (3), Parera, Diocou (5), -siete inicial- López, Domenech, Montserrat, Barbeito (9), Rosell (2), Ruiz, Fernández (5), Cenic (8), Soler (1).
UBU San Pablo Burgos
28
Mile (3), Pinillos (8), Claudio, Ernesto (2), Dalmau (3), Joshua (5) -siete inicial- Ibra, Marcos Braga, Cantore, Espinosa, Raúl (2), Juli, Samuel (1), Javi Rodríguez (2), Torres (1), Tamayo (1).
PARCIALES: 4-3 / 6-5 / 10-5 / 10-8 / 12-10 / 17-13 / descanso /17-14 / 23-17 / 24-20 / 28-22 / 30-27 / 34-28
ÁRBITROS: Manuel Mohedano y Manuel Deiros. Excluyeron a David Roca (min. 6), Rosell (min. 18), Pujol (min. 38), Palomino (mins. 22 y 32), Diacou (min. 51), por parte del Barça B, y a Marcos Braga (min. 10), Josh (min. 10), Juli (mins. 14 y 33), Espinosa (min. 28), Claudio (min. 52). Además, expulsaron con tarjeta roja a Rosell (min. 46).
El UBU San Pablo Burgos no pudo asaltar la cancha del líder y perdió dos puntos (34-28) que habrían sido trascendentales en la siguiente fase competitiva. Los rojinegros acumularon pérdidas de balón y errores en acciones fáciles que fueron castigados duramente por un Barça que demostró su gran superioridad tanto en lo individual como en lo colectivo. Los azulgrana no dieron un respiro a los castellanos que estuvieron muy lejos de su mejor versión.
El choque comenzó con el ritmo frenético que se presumía en la previa, con dos equipos acostumbrados a correr y a poner la máxima intensidad en cada acción. Fue el Barça el que comenzó llevando la voz cantante, advertido del partido de ida en el que los cidianos se impusieron con solvencia.
A pesar de comandar en el marcador, los catalanes no lograban despegarse en el arranque. Los rojinegros, por su parte, encontraban problemas en ataque, aunque poco a poco aumentaban la solidez de su defensa lo que sujetaba el tanteo.
En el minuto 10, la doble exclusión de Braga y Joshua desbarató el incipiente crecimiento del cuadro burgalés y el filial azulgrana abrió brecha con un parcia de 4-0 (min. 15. 10-5). Nacho González paró el encuentro para frenar el avance local y, con mucho trabajo, fue llegando la reacción de los castellanos que con un 0-3 lograron acortar distancias, si bien seguían acumulando pérdidas de balón que eran penalizadas por los culés.
Por momentos, los burgaleses ofrecían destellos de intensidad que parecían dar la vuelta a la dinámica acumulada en el primer tramo de modo que, incluso, llegaron a situarse a un tanto y con balón para empatar, pero el talento local se impuso al nerviosismo visitante para llegar al descanso con 17-13.
La contienda se reanudó con un mayor ímpetu por parte del bloque cidiano, aunque la precipitación seguía penalizando a los de Nacho González que llegaron a perder dos ocasiones de anotar a portería vacía. Cada pequeña reacción burgalesa era respondida con un contragol por parte de los catalanes, que hacían valer su ferocidad en las transiciones rápidas. A esto se sumaba, además, el acierto del portero local, que cerró el candado para desesperación del equipo castellano.
De nuevo el luminoso volvió a marchar una diferencia de 5 goles (min. 37. 22-17), lo que obligó al técnico del conjunto rojinegro a solicitar tiempo muerto. No fue inmediato el resultado de la charla, ya que los catalanes aumentaron la distancia a los seis tantos, pero a base de solidez defensiva y con un Mile empeñado en anotar de puerta a puerta (acabó con 3 goles) el UBU San Pablo recuperó terreno para situarse con un 23-20 que fue suficiente para que Roi Sánchez parase el partido, lo que llevó, de nuevo, al Barça a imponer su ley. La goma se estiraba y se encogía, pero siempre con el conjunto catalán llevando la batuta. Para colmo de males, Ernesto se retiró cojeando en el minuto 57. Sin posibilidad de cambiar el guion del encuentro, la contienda se cerró con un 34-28, fruto de un choque redondo de un Barça imparable, que demostró por qué es el mejor equipo del Grupo, y de una mala gestión de los nervios de los cidianos, que acumularon gran cantidad de errores no forzados.
DECLARACIONES DE NACHO GONZÁLEZ
El técnico cidiano, Nacho González, describía el encuentro ante el Barça B como «un partido muy desordenado desde el inicio», con «una serie de exclusiones» que impidieron a los rojinegros «ordenar el juego», algo que se acabó convirtiendo en «la tónica de todo el partido». «No hemos estado cómodos en ningún momento y yo creo que en ese perfil de juego ellos han estado mucho más cómodos», explicaba el preparador. «Desde el principio han cogido una serie de goles de renta y en esa distancia de 3, 4, 5 goles, ellos han estado muy cómodos en el partido», incidía. González reconocía que la reacción rojinegra no era posible en la dinámica de partido impuesta por el cuadro local: «Nosotros al final hemos intentado hacer un esfuerzo más de corazón que de orden, pero ha sido prácticamente imposible». «Hemos intentado buscar diferentes tipos de situaciones defensivas con otros jugadores, pero al final el Barça ha sido justo vencedor», concluía.