El conjunto burgalés se mide al bloque catalán, que se sitúa noveno en la tabla pero a solo dos puntos del quinto puesto
Regresa la liga tras el parón de navidades y el UBU San Pablo Burgos se muestra preparado para afrontar la segunda parte del campeonato como demostró el pasado sábado en el amistoso que le enfrentó al Viveros Herol BM Nava, en el que los rojinegros impusieron su ritmo y se llevaron el encuentro por 27-22. Este domingo 24, a las 12:00 horas, el bloque cidiano se mide en la jornada 13 de competición oficial al Sant Martí Adrianenc en un Plantío que, de nuevo, volverá a presentar las gradas vacías a causa de las restricciones sanitarias.
Sin público, pero con muchas ganas recibirá el cuadro burgalés al conjunto catalán, al que venció en la jornada 4 en su cancha por 23-28. Los barceloneses se sitúan novenos en la tabla con 8 puntos tras perder el pasado sábado en el encuentro aplazado de la jornada 7 ante el CH Bordils. Esta derrota supuso para los de Lorenzo Rueda perder la oportunidad de igualar a puntos a Teucro, quinto clasificado del Grupo A. No obstante, desde el quinto al noveno puesto solo hay dos puntos de diferencia, circunstancia que da alas al conjunto lila para llegar a la capital burgalesa con hambre para sacar algo positivo.
Mientras, la escuadra dirigida por Nacho González sabe que una victoria el domingo le daría la clasificación virtual para el grupo que luchará por el ascenso y, por eso, se prepara a conciencia para una contienda estratégica en su calendario. Los cidianos disputaron un amistoso de gran nivel el pasado sábado contra un equipo de Asobal, el Balonmano Nava, al que doblegaron haciendo exhibición de una gran solidez e intensidad defensiva. Si bien, el técnico rojinegro sabe que, incluso de un partido casi ‘redondo’ hay que extraer y pulir fallos, por lo que no confía nada a la suerte.
«Volvemos a la competición oficial después del parón con idea de continuar con las sensaciones positivas y con los buenos resultados», explica el técnico cidiano Nacho González. En esta ocasión, el cuadro burgalés juega «contra un equipo necesitado de puntos que quiere apurar sus opciones de estar en la parte alta de la clasificación y salvar la categoría». «Para ellos es una final», subraya el vallisoletano. Por este motivo, el preparador rojinegro tiene claras las metas de su bloque para este encuentro: «Nosotros, por nuestra parte, tenemos que mantener las sensaciones de juego, seguir siendo efectivos en el ritmo, mantener el nivel defensivo y de portería que estamos mostrando». «Por ahí tienen que ir las claves de nuestro juego para conseguir dos puntos que nos vayan acercando matemáticamente a la segunda fase», incide.