El equipo burgalés cuajó un buen partido en el que dominó gran parte de los minutos, pero las exclusiones y los nervios del final deshicieron al equipo en el último minuto

El UBU San Pablo Burgos no pudo dar una alegría a su afición y cayó derrotado ante Acanor Novás Valinox por 35-36. Los cidianos mostraron una versión renovada y mejorada con respecto a la jornada anterior, con gran aportación de todos, incluido Dalmau Huix, que reaparecía ante los gallegos. Sin embargo, tras irse al descanso con seis tantos de ventaja, el conjunto visitante supo aprovechar las exclusiones y los momentos de debilidad de los locales, para dar la vuelta al partido en el último minuto y dejar un sabor amargo a un pabellón que por fin empezaba a disfrutar con los suyos.

Inicio de ritmo lento entre dos equipos que parecían estudiarse y temerse. Novás comenzó llevando la ventaja en el marcador gracias a dos tantos casi idénticos de Manuel Martínez y a la buena actuación del portero Lloria. Así, los pontevedreses abrieron brecha en el arranque (1-4), pero la reacción cidiana no se hizo esperar.

La escuadra burgalesa mejoró en defensa para permitir los robos de balón y contraataques que tanto gustan en El Plantío. Las distancias se redujeron, más aún con la exclusión de Chaparro en el 6. Se estiraba, de nuevo, la goma a favor del cuadro de Senovilla que volvía a distanciarse (min. 11. 4-8) y Nacho González, esta vez, no esperaba para detener el encuentro y hablar con sus hombres.

La charla fue efectiva de inmediato y los cidianos recomponían filas para empezar a inquietar la superioridad del rival. El brazo de Ruslan Dashko rompía las líneas enemigas mientras que Ibrahim cerraba la puerta para dar confianza a sus compañeros y permitir el empate a 9, que llegó en el minuto 16. La salida de Dalmau Huix, tras casi un mes ausente por lesión, supuso un revulsivo para un equipo que entraba en una dinámica creciente.

En choque entró en unos minutos de igualdad que rompió la escuadra cidiana para ponerse por encima con sendos goles de Ernesto y Espinosa. El duelo cambió por completo y, con el apoyo incondicional de la grada, los de casa se veían cómodos y dominando sobre el parqué. La fractura abierta por los rojinegros era ya de 5 tantos para la desesperación del cuadro de O Rosal que celebró la llegada del minuto 30. Con 22-16 se llegó al descanso.

El bloque rosaleiro regresó a la pista con ánimo de reconducir la situación a su favor. La exclusión de Espinosa en el 31 benefició los intereses visitantes que acercaron posturas hasta los 3 tantos (23-20). El cuadro burgalés contenía la embestida rival que, incluso con la exclusión de Hermida en el 35, seguía manteniendo el control del encuentro.

El partido se mantenía con cierto equilibrio en la cancha y los cidianos atesoraban esa renta, no sin cierta dificultad. Cuando el Atlético Novás se acercó a dos tantos (26-24), Nacho González volvió a parar el juego, para evitar sustos innecesarios. Dicho y hecho. La salida de Javier Espinosa revolvió el duelo que volvió a los cinco goles de ventaja para los locales y obligó a Álvaro Senovilla a pedir tiempo muerto.

El choque parecía controlado por los burgaleses, sin embargo, todo cambió con las exclusiones seguidas de Espinosa y Ruslan, que pusieron en aprietos la estabilidad local. Novás recuperaba terreno (min. 49. 29-27) y la tensión se palpaba en el ambiente. Ambas escuadras ponían todo sobre la cancha y a falta de 5 minutos, el UBU San Pablo volvía a verse con un hombre menos para elevar las pulsaciones de los presentes. Más aún cuando a falta de un minuto y medio, el conjunto gallego igualaba la contienda (35-35). Senovilla pedía tiempo muerto partido para preparar jugada y la estrategia salía a la perfección para ponerse por encima. El técnico cidiano hizo lo propio, pero la intentona burgalesa a falta de 30 segundos tuvo éxito y permitió al equipo gallego sumar sus dos primeros puntos de la temporada.