El Metalbur BM Burgos debutó en la fase con una dura prueba ante el anfitrión, el Motorglass BM Zamora A, un equipo de segundo año con más experiencia. El resultado (37-28) refleja la diferencia en el marcador, pero no la entrega de un equipo que vivió su primer gran test en un escenario de máxima exigencia.

Los nervios del estreno, el ambiente de la grada y la presión de una fase de este nivel pasaron factura en los primeros compases. Los jóvenes cidianos se encontraron con dificultades para entrar en ritmo y cometieron errores que Zamora supo castigar con eficacia. La primera parte se cerró con un 18-11 que ya ponía el partido cuesta arriba.

A pesar de la diferencia, los burgaleses nunca bajaron los brazos. Aunque las imprecisiones siguieron lastrando sus opciones, el equipo peleó cada balón y mostró carácter en la segunda mitad, aprendiendo sobre la marcha lo que significa competir en este tipo de torneos.

El camino no ha hecho más que empezar. La experiencia de este primer partido servirá para crecer y afrontar los dos encuentros restantes con la mentalidad de seguir compitiendo y demostrando todo el potencial del equipo. Mañana, partido contra el Grupo Dromedario Bm. Viana. El Metalbur no ha dicho su última palabra en Zamora.